Ballet Folklórico “CUAUHTLI”
Una pequeña ave que con perseverancia vuela alto
Surge hace 6 años como grupo
estudiantil universitario
"Entonces, los aztecas arribaron al lago de Texcoco, y vieron el símbolo donde por mandato de su dios Huitzilopochtli, debían asentarse: en un islote, parada sobre un nopal, estaba un águila devorando una serpiente. Ahí, fundaron Tenochtitlan."
Uno de los íconos que forman parte del calendario azteca o piedra del sol, es "cuauhtli", vocablo náhuatl que significa "águila" y rememorando a la mascota de la institución donde se concibe como grupo estudiantil, es como surge el 31 de octubre de 2003, el Ballet Folklórico "CUAUHTLI" de la entonces Universidad Valle del Bravo, en Reynosa, Tamaulipas.
Con un elenco integrado por Lizeth González Ramírez, Claudia Guarneros Hernández, Elda Viviana Bañuelos, Teresa Cobos, Afife Pestaña, Iván De la Cruz Reséndez, José Luis Contreras Faz, Juan Carlos García Lizcano, Oscar Rodríguez y Hugo Flores, la agrupación hace su debut en el marco del I Festival del Quijote de la UVB, con una coreografía de “El sinaloense”, acompañada en vivo por la Banda “Évora” de Guamúchil, Sinaloa.
“Era un vestuario sencillo, faldas y blusas de manta, ni siquiera con los bordados de los trajes tradicionales de las mujeres de Sinaloa –comentó Eduardo Sánchez, director fundador del ballet Cuauhtli- sólo se pretendía que los estudiantes con habilidades en la danza, participaran en el evento cultural, pero jamás pretendimos darle continuidad al proyecto”.
Jorge Eduardo Sánchez Martínez fue bailarín fundador en junio de 1984 del Ballet Folklórico de Tamaulipas de Raúl Ríos. Ahí, tuvo la oportunidad de tomar clases con Patricia Marina González, bailarina de la South Texas Dance and Theatre de Babil Gandara; con Taydeé Hernández, egresado del Colegio del Ballet Nacional de México de Danza Contemporánea de Guillermina Bravo, así como un curso de técnica y repertorio con Lucas Zárate Lobato, bailarín del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández.
Estos conocimientos en la danza, se unirían a los de otra talentosa bailarina, quien fuera primera figura del Ballet Folklórico de Reynosa de Guillermo García Berrocal: Irma Leticia Carrillo Galván. Con el invaluable apoyo de esta persona -quien también fuera en ese entonces la Directora Académica de la UVB-, Eduardo Sánchez consolidaría el proyecto del Ballet Folklórico “Cuauhtli”.
“Iniciamos ensayos en el auditorio de la universidad –recuerda Sánchez Martínez, quien después de dos años, se hizo cargo solo de la dirección del ballet- luego, nos permitieron acondicionar un salón, con tarima y espejos”.
Siendo un grupo estudiantil, tras el término de su ciclo en la preparatoria o la universidad, los alumnos abandonaban las filas de la agrupación, por lo que el proyecto se abrió a todas las personas interesadas en pertenecer al ballet folklórico, formaran parte o no de la institución, dándole digna representatividad.
Al no recibir un subsidio por parte de la institución, el problema del vestuario siempre fue una constante para el desarrollo del programa del ballet. Personas como Leticia Carrillo y Sanjuana De León, han brindado su apoyo de manera desinteresada al facilitar vestuarios. Actualmente, la agrupación cuenta con un depósito de trajes, resultado de la donación de particulares, la compra o el pago en especie de las presentaciones que realiza.
Aún así, el ballet siempre ha proyectado su mística, basada no sólo en el rescate de las tradiciones mexicanas, sino en la exploración de las diversas técnicas de la danza, y para ello ha contado con las aportaciones de coreógrafos como Taydeé Hernández, en ese entonces director de Arte y Movimiento Danza Estudio e Iván De la Cruz Reséndez, maestro de danza en Casa de la Cultura y alumno de Babil Gandara.
En el año 2005, el Ballet Folklórico “Cuauhtli”, se presenta en el Auditorio Cívico Municipal de Guaymas, invitado por la Fundación Cultural Fray Ivo Toneck, A.C. de la Escuela de Bellas Artes de la ciudad y puerto sonorense.
El contacto se estableció por medio del maestro Abraham Santoscoy Bocanegra, quien fuera en esa época el director del Ballet Folklórico Guadalupano de Guaymas, Sonora, con quien el Ballet Folklórico “Cuauhtli” alternaría en una función inolvidable el 9 de abril de 2005.
La agrupación fue becada en el año 2006 por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA), Gobierno del Estado y el Republicano Ayuntamiento de Reynosa, a través del Consejo Ciudadano para el Desarrollo Cultural Municipal, por su proyecto "Danzando en la calle".
"Danzando en la calle" consistió en una serie de presentaciones itinerantes ante los grupos más vulnerables de la ciudad, quienes no disfrutan de manera frecuente de programas de arte, abarcándose 16 diversos espacios como fueron escuelas, plazas y calles.
Una pequeña ave que con perseverancia vuela alto
Surge hace 6 años como grupo
estudiantil universitario
"Entonces, los aztecas arribaron al lago de Texcoco, y vieron el símbolo donde por mandato de su dios Huitzilopochtli, debían asentarse: en un islote, parada sobre un nopal, estaba un águila devorando una serpiente. Ahí, fundaron Tenochtitlan."
Uno de los íconos que forman parte del calendario azteca o piedra del sol, es "cuauhtli", vocablo náhuatl que significa "águila" y rememorando a la mascota de la institución donde se concibe como grupo estudiantil, es como surge el 31 de octubre de 2003, el Ballet Folklórico "CUAUHTLI" de la entonces Universidad Valle del Bravo, en Reynosa, Tamaulipas.
Con un elenco integrado por Lizeth González Ramírez, Claudia Guarneros Hernández, Elda Viviana Bañuelos, Teresa Cobos, Afife Pestaña, Iván De la Cruz Reséndez, José Luis Contreras Faz, Juan Carlos García Lizcano, Oscar Rodríguez y Hugo Flores, la agrupación hace su debut en el marco del I Festival del Quijote de la UVB, con una coreografía de “El sinaloense”, acompañada en vivo por la Banda “Évora” de Guamúchil, Sinaloa.
“Era un vestuario sencillo, faldas y blusas de manta, ni siquiera con los bordados de los trajes tradicionales de las mujeres de Sinaloa –comentó Eduardo Sánchez, director fundador del ballet Cuauhtli- sólo se pretendía que los estudiantes con habilidades en la danza, participaran en el evento cultural, pero jamás pretendimos darle continuidad al proyecto”.
Jorge Eduardo Sánchez Martínez fue bailarín fundador en junio de 1984 del Ballet Folklórico de Tamaulipas de Raúl Ríos. Ahí, tuvo la oportunidad de tomar clases con Patricia Marina González, bailarina de la South Texas Dance and Theatre de Babil Gandara; con Taydeé Hernández, egresado del Colegio del Ballet Nacional de México de Danza Contemporánea de Guillermina Bravo, así como un curso de técnica y repertorio con Lucas Zárate Lobato, bailarín del Ballet Folklórico de México de Amalia Hernández.
Estos conocimientos en la danza, se unirían a los de otra talentosa bailarina, quien fuera primera figura del Ballet Folklórico de Reynosa de Guillermo García Berrocal: Irma Leticia Carrillo Galván. Con el invaluable apoyo de esta persona -quien también fuera en ese entonces la Directora Académica de la UVB-, Eduardo Sánchez consolidaría el proyecto del Ballet Folklórico “Cuauhtli”.
“Iniciamos ensayos en el auditorio de la universidad –recuerda Sánchez Martínez, quien después de dos años, se hizo cargo solo de la dirección del ballet- luego, nos permitieron acondicionar un salón, con tarima y espejos”.
Siendo un grupo estudiantil, tras el término de su ciclo en la preparatoria o la universidad, los alumnos abandonaban las filas de la agrupación, por lo que el proyecto se abrió a todas las personas interesadas en pertenecer al ballet folklórico, formaran parte o no de la institución, dándole digna representatividad.
Al no recibir un subsidio por parte de la institución, el problema del vestuario siempre fue una constante para el desarrollo del programa del ballet. Personas como Leticia Carrillo y Sanjuana De León, han brindado su apoyo de manera desinteresada al facilitar vestuarios. Actualmente, la agrupación cuenta con un depósito de trajes, resultado de la donación de particulares, la compra o el pago en especie de las presentaciones que realiza.
Aún así, el ballet siempre ha proyectado su mística, basada no sólo en el rescate de las tradiciones mexicanas, sino en la exploración de las diversas técnicas de la danza, y para ello ha contado con las aportaciones de coreógrafos como Taydeé Hernández, en ese entonces director de Arte y Movimiento Danza Estudio e Iván De la Cruz Reséndez, maestro de danza en Casa de la Cultura y alumno de Babil Gandara.
En el año 2005, el Ballet Folklórico “Cuauhtli”, se presenta en el Auditorio Cívico Municipal de Guaymas, invitado por la Fundación Cultural Fray Ivo Toneck, A.C. de la Escuela de Bellas Artes de la ciudad y puerto sonorense.
El contacto se estableció por medio del maestro Abraham Santoscoy Bocanegra, quien fuera en esa época el director del Ballet Folklórico Guadalupano de Guaymas, Sonora, con quien el Ballet Folklórico “Cuauhtli” alternaría en una función inolvidable el 9 de abril de 2005.
La agrupación fue becada en el año 2006 por parte del Consejo Nacional para la Cultura y las Artes (CONACULTA), el Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes (ITCA), Gobierno del Estado y el Republicano Ayuntamiento de Reynosa, a través del Consejo Ciudadano para el Desarrollo Cultural Municipal, por su proyecto "Danzando en la calle".
"Danzando en la calle" consistió en una serie de presentaciones itinerantes ante los grupos más vulnerables de la ciudad, quienes no disfrutan de manera frecuente de programas de arte, abarcándose 16 diversos espacios como fueron escuelas, plazas y calles.
En mayo de 2007, el ballet se independiza de la Universidad Valle del Bravo y en su autonomía, inicia un proceso de búsqueda de espacio para su formación, realizando sus ensayos en los salones de danza de Casa de la Cultura y posteriormente, en las instalaciones de la Dirección Municipal de Cultura (hoy, Instituto Reynosense para la Cultura y las Artes)
Es en ese período, en el año 2008, obtiene una segunda beca por parte de CONACULTA, ITCA, Gobierno del Estado y Republicano Ayuntamiento, ésta vez por el proyecto “Rondando tu escuela”, que pretendía el rescate de la tradición de las rondas infantiles, mismo que no pudo llevarse a cabo por problemas de salud de su director, recibiendo la dispensa de los organizadores del programa.
Tras su última presentación en el Festival Internacional Tamaulipas, en octubre de 2008, el ballet entró en un receso de 9 meses, pero retomó nuevamente el vuelo, al regresar a la institución que lo vio nacer y ahora, forma parte de los grupos culturales de la Universidad del Valle de México.
Con un elenco totalmente renovado, el Ballet Folklórico “Cuauhtli” realiza de manera intensa su preparación en el auditorio del campus universitario para reintegrarse al movimiento cultural de Reynosa y cumplir también con una serie de presentaciones en este 2010 en Zacatecas, Sonora, Guanajuato y Coahuila, y el estreno de su programa “México de ayer y hoy”.
LALO AMIGO.. SIEMPRE UN PLACERPODER LEER TUS BELLAS LETRAS... SABES QUE TIENES UN G RAN AMIGO EN GUAYMAS.. DISO TE BENDIGA.... ABRAHAM SANTOSCOY BOCANEGRA
ResponderEliminarMi estimado Coy, el gusto es mío, amigo. Gracias por estar siempre presente de una u otra manera. Sabes que te quiero, extraño y admiro mucho. Eres una gran persona, un excelente amigo y un talentoso maestro. ¡Éxito siempre!
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